lunes, enero 22, 2007

Alejandro submarino, de Fábulas y leyendas de la mar (Álvaro Cunqueiro)

Yo había inventado que, antes de bajar al fondo del océano, Alejandro pasó cuarenta días comiendo solamente carne, y no pronunciando ni una sola vez el nombre de un pez. Estas eran graves precauciones para apartarse lo más posible de la fauna piscícola, y una vez sumergido no poder ser tenido por nadie como miembro de ella. […]
Alejandro se vistió de rojo y de oro, y se ciñó con lana empapada en sangre de unicornio, y cera virgen, y, antes de meterse en el tonel de vidrio, sus secretarios, que eran damascenos, que es lo más parecido que haya a aquellos vizcaínos de buena letra que sirvieron en las secretarías de Felipe II y sucesores, le leyeron al mar veinticuatro decretos que lo reducían a calma durante veinticuatro días. Y por fin, en una barca construida con madera de siete árboles diferentes, salió a alta mar, y fue lanzado en su tonel de cristal a las aguas, las cuales se apartaron respetuosamente y dijeron: ¡Salam!

Alejandro submarino, de Fábulas y leyendas de la mar
Álvaro Cunqueiro

2 comentarios:

jesus (of suburbia) dijo...

Excelente texto, pero qué pasa con los antiguos, que me encanta la selección que hacéis para el programa. Por cierto, había uno de Bill Cosby (de hará más de un mes) sobre la familia que era buenísimo. A ver si lo recuperaís y lo colgáis por aquí. Saludos

juanitosoy dijo...

Hola Jesús (of Suburbia):
Dicho y hecho. Ya he añadido el texto de Bill Cosby. La verdad es que el libro es bastante gracioso.
Un abrazo!