jueves, abril 12, 2007

El martillo de Dios (Arthur C. Clarke)

—¿Qué es eso, papito? —preguntó el niño de cuatro años, mientras apuntaba con el dedo hacia una carita peluda, enmarcada por patillas blancas, que los atisbaba a través de una pantalla de hojas.
—Estee... cierta clase de mono. ¿Por qué no le preguntas al Cerebro?
—Lo hice: no responde.
"Otro problema", pensó Singh. Había ocasiones en las que añoraba la sencilla vida de sus ancestros en las polvorientas llanuras de India, aunque sabía perfectamente bien que sólo habría podido tolerarla unos milisegundos.
—Vuelve a intentarlo, Toby. A veces hablas demasiado rápido: la Central de la Casa no siempre reconoce tu voz. ¿Y te acordaste de enviar una imagen?: la Central no puede decirte qué es lo que tú estás mirando, a menos que ella también pueda verlo.
—¡Uy! Lo olvidé.

El martillo de Dios
Arthur C. Clarke

lunes, abril 02, 2007

El Madrid bohemio; del Café Pombo al Ateneo de Madrid (Revista Calibán)

A los pocos días del altercado entre Manuel Bueno y Valle-Inclán, el dolor, que había ido en aumento en su mano izquierda, ya presentaba signos de gangrena, debido a la infección producida al incrustarse el gemelo de su camisa y a la chapucera cura de urgencia.
El doctor Barragán fue el encargado de la amputación y su amigo Jacinto Benavente lo acompañó en el quirófano. Valle se despertó antes de terminar y se fumó un habano observando como el doctor terminaba su trabajo.
El suceso fue primera plana durante semanas en las tertulias de los cafés de Madrid, que se dividieron en dos bandos, los valleinclanistas y los buenistas […].
Muy poco tiempo después, Valle citó a Bueno en el Café de la Montaña y tuteándolo por primera vez, dijo.
- Mira, Bueno, lo pasado, pasado está. Aún me queda la mano derecha para estrechar la tuya.
Todos los bohemios de la ciudad se rascaron los bolsillos para acudir a la función benéfica que se organizó una gélida noche de diciembre en el Teatro Lara, para poder comprar entre todos un brazo ortopédico al escritor. Aquella fue una noche de teatro que hizo historia durante muchos meses en los cafés de Madrid.

El Madrid bohemio; del Café Pombo al Ateneo de Madrid
José Cabanach (Revista Calibán)