He leído muchas veces que Don Juan fue un individualista, y siempre me resistí a creerlo. [...] Pero, por otra parte, es evidente su soledad social, es decir, su falta absoluta de solidaridad con los hombres. Y no digamos su soledad metafísica, su soledad de profesional del pecado. [...] Condenado al individualismo, a ser él, sólo él, per saecula saeculorum. Como se es, según dicen , en el infierno. En lo cual me aparto de la conocida concepción sartriana de que el infierno son los demás. Para mi Don Juan, el infierno es él mismo. Pero líbreme Dios de hacer de esto una concepción general, una “tesis”. No pasa, como todo lo demás, de ocurrencia humorística.
Don Juan
Gonzalo Torrente Ballester
Don Juan
Gonzalo Torrente Ballester
No hay comentarios:
Publicar un comentario