Hay que huir de la gente. Los amigos
tienen palabras, gestos y miradas
con una piedra dentro que hace daño.
Hay que huir de la gente. La familia
es la mano que aguanta la cabeza
para que permanezcas bajo el agua.
Y el amor es tan sólo una palabra
que una mujer nos pone entre los brazos.
Al irse la mujer duele su nombre.
Estar aislado es grato para el alma.
Estar aislado es grato para el cuerpo.
Morir es sólo aislarse un poco más.
Madison Avenue, de Ciudad del hombre: New York
Jose María Fonollosa
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