martes, mayo 13, 2008

Criaturas del aire (Fernando Savater)

Somos recién llegados, ¿no lo notas?, somos el último latido -por ahora- de un metrónomo eterno. Sólo un ingenuo pretencioso puede lamentar esta juventud cósmica que nos preserva de complicidades abominables, abrumadoras... Como niños frente a un mal que ya imperaba desde antes de que nuestros abuelos fueran concebidos, nos acogemos al perdón, al resguardo y al olvido que dispensan venerables tradiciones de raíz desconocida o rituales racionalizadores cuyo sentido último se nos escapa. Nuestras ambiciones son pequeñas -aunque a veces, risiblemente, las llamemos "desmesuradas"- y pequeños nuestros placeres y nuestras responsabilidades: gracias a esto, son pequeños nuestros terrores. Así vamos viviendo, sin vértigo ni frenesí, y añadimos ramitas y barro, como los castores, a la presa minúscula con la que tratamos de remansar el fluir oscuro de energías ancestrales. Pero cierto día a algunos nos crece dentro un latido sordo y algo indomeñable empieza a desperezarse en nuestro pecho.

Criaturas del aire
Fernando Savater

No hay comentarios: