Supe que Coltrane había muerto, y lo lamenté mucho. Hace poco había comprado “A love supreme”,que me pareció muy curioso como experiencia espiritual de un jazzman. Y ahora recuerdo las noches del Village, cuando Paul me llevó a un sitio donde actuaba Coltrane con McCoy Tyner y Paul Chambers. El jazz sigue siendo mi chamán, mi gran intercesor en los momentos duros. [Como Webern, en otro plano:] una música de pasaje, una especie de perspectiva vertiginosa hacia todo lo que no nos atrevemos a ser.
Cartas 1964-1968
Julio Cortázar
Cartas 1964-1968
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