Así que tengo diecinueve años y generalmente no sé lo que me hago; robo mis ideas de los libros, tomo prestadas mis miradas a los ojos de otros, no adelanto a los subnormales ni tullidos por la calle porque temo que mi agilidad les deprima, me encanta ver jugar tanto a los niños como a los animales, pero no me importaría ver cómo le dan una patada a un pordiosero o cómo atropellan a una niña porque no son más que nuevas experiencias que voy acumulando; no me gusto a mí mismo y observo con burlona sonrisa este mundo más feo y menos inteligente que yo. Supongo que todo esto es de lo más corriente, ¿no?
El libro de Rachel
Martin Amis
El libro de Rachel
Martin Amis