sábado, diciembre 24, 2005

Peter Pan en los jardines de Kensington (James Barrie)

Si vosotros pensáis que Peter Pan ha sido el único niño que quiso escapar, es que habéis olvidado completamente vuestra niñez.
Cuando David oyó este cuento por primera vez, estaba completamente seguro de que él nunca había querido escapar, pero yo le pedí que volviera a reflexionar con más intensidad, apretando las sienes con sus manos, y, cuando lo hizo, recordó con claridad un deseo infantil de volver a la copa de los árboles, y tras este deseo infantil vinieron a su memoria otros recuerdos, como el del día en que, echado en la cama, hacía planes para escapar en cuanto su madre se durmiera, y cómo su madre lo atrapó cuando huía chimenea arriba.
Todos los niños podrían recordar cosas parecidas, si apretaran con fuerza las sienes con las manos, pues, habiendo sido pájaros antes que criaturas humanas, las primeras semanas son un poco salvajes y sienten un hormigueo en los hombros, precisamente allí donde tuvieron alas, que los invita a huir. Es lo que me dijo David.

Peter Pan en los jardines de Kensington
James Barrie

No hay comentarios: