Los hay que van de afirmación en afirmación: su vida es una serie de síes... Aplaudiendo a lo real o a lo que les parece tal, consienten en todo y no tienen ningún empacho en decirlo. No hay anomalía que no expliquen o no coloquen entre las cosas «que pasan». Cuanto más se dejan contaminar por la filosofía, más, en el espectáculo de la vida y la muerte, son un público complaciente.
Para otros, acostumbrados a la negación, afirmar exige no solamente una voluntad de obnubilación, sino un esfuerzo contra sí mismo, un sacrificio: ¡cuánto les cuesta el menor sí! ¡Qué apostasía! Saben que un sí no viene nunca solo, que implica otro, toda una serie: ¿Cómo se van a arriesgar a él a la ligera? Esto no impide que la seguridad del no les irrite. Así nace en ellos la necesidad y la curiosidad de afirmar cualquier cosa.
Negar: no hay nada como eso para emancipar el espíritu. Pero la negación no es fecunda más que el tiempo en que nos esforzamos en conquistarla y apropiárnosla; una vez adquirida, nos aprisiona; una cadena como otra cualquiera. Esclavitud por esclavitud, más vale orientarse hacia la del ser, aunque sea al precio de cierto desgarramiento: no se trata, ni más ni menos, que de sustraerse al contagio de la nada, al confort de un vértigo...
La tentación de existir
Emile Cioran
Para otros, acostumbrados a la negación, afirmar exige no solamente una voluntad de obnubilación, sino un esfuerzo contra sí mismo, un sacrificio: ¡cuánto les cuesta el menor sí! ¡Qué apostasía! Saben que un sí no viene nunca solo, que implica otro, toda una serie: ¿Cómo se van a arriesgar a él a la ligera? Esto no impide que la seguridad del no les irrite. Así nace en ellos la necesidad y la curiosidad de afirmar cualquier cosa.
Negar: no hay nada como eso para emancipar el espíritu. Pero la negación no es fecunda más que el tiempo en que nos esforzamos en conquistarla y apropiárnosla; una vez adquirida, nos aprisiona; una cadena como otra cualquiera. Esclavitud por esclavitud, más vale orientarse hacia la del ser, aunque sea al precio de cierto desgarramiento: no se trata, ni más ni menos, que de sustraerse al contagio de la nada, al confort de un vértigo...
La tentación de existir
Emile Cioran
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