jueves, marzo 22, 2007

Diario (Vaslav Nijinsky)

Isáenko se dio cuenta de que yo practicaba el onanismo, pero no me dijo nada malo. Me di cuenta de que en la escuela nadie conocía mis hábitos y por eso continué. Continué hasta que me di cuenta de que mi danza comenzaba a ser peor. Me asusté, pues comprendí que mi madre estaría pronto arruinada y yo no podría ayudarla. Comencé a luchar contra la concupiscencia. Me forzaba a mí mismo. Me decía: “No tengo que hacerlo.” Iba bien en los estudios. Abandoné el onanismo. Tenía cerca de quince años. Amaba a mi madre y el amor hacia ella me hizo mejorar. Iba bien en los estudios. Todos comenzaron a reparar en mí. Obtenía las notas más altas. Mi madre estaba feliz. [...] Amaba a mi madre infinitamente. Decidí dedicarme a la danza más aún. Adelgacé. Comencé a bailar como Dios. Todos comenzaron a hablar de mí. Estando aún en la escuela, ya actuaba como primer bailarín.

Diario
Vaslav Nijinsky