Escuchaba la canción más perfecta que he escuchado nunca, una misteriosa armonía negra, una música que se podía ver. Y me puse a seguir la música que oía, a cantar sin saber qué cantaba; y me daba igual que esas palabras no fueran ni siquiera palabras, porque la canción era eterna. La verdad estaba ahí debajo, y estaba también la luz que nos salva de los oscuro, lo radiante.
El Día del Watusi
Francisco Casavella
El Día del Watusi
Francisco Casavella
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