Se estaba produciendo una revolución, tan modesta y educada que casi nadie había reparado en ella. Como quien visita un plató abandonado, me detuve junto a la entrada de Chelsea Marina y escuché el tráfico matutino de King's Road, una tranquilizadora mezcla de radios de coches y sirenas de ambulancias. Más allá de la casa del guarda se extendían las calles de la urbanización desierta, una visión apocalíptica desprovista de la banda sonora. De los balcones colgaban pancartas de protesta, y conté una docena de coches volcados y al menos dos casas quemadas.
Milenio Negro
J. G. Ballard
Milenio Negro
J. G. Ballard
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