El mapa de nuestra contemporaneidad es extremadamente complejo, y está construido entre la tensión de centro y periferia, que como conceptos se relacionan de manera diferente: junto a los centros hegemónicos hay periferias que son centrales y en las periferias otras periferias aún invisibles; centros periféricos más visibles que las periferias centrales y así sucesivamente. Es decir que en el mapa no es la situación lo decisivo, sino el color de su visibilidad y su relación subalterna o hegemónica con la idea de centro o de periferia. El mapa se complejiza y se establece un laberinto de visibilidad.
Leyendo un mapa mientras está siendo trazado
Santiago B. Olmo
Leyendo un mapa mientras está siendo trazado
Santiago B. Olmo
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