Aunque Janey no tenía interés en escribir libros, había descubierto, muy dentro de sí, un genuino talento para la música antigua. Se aficionó a tocar el violín y a hojear viejos libros de música que había hallado en librerías de segunda mano. Las melodías se le pegaban como zarzas en una caminata por el descampado. Viejas melodías, viejos nombres, viejos relatos. Una vez, cuando Janey comentó que Dunthorn era en parte responsable de que ella fuera lo que era, el Vejete rió jovialmente.
- Vaya si Billy sonreiría al oírte decir eso, palomita mía... Que sus escritos indujeran a una buena muchacha de Cornualles a tocar música tradicional para ganarse la vida..., por no mencionar sus vagabundeos con la sola compañía de un violín y una gaita escocesa.
El país pequeño
Charles de Lint
- Vaya si Billy sonreiría al oírte decir eso, palomita mía... Que sus escritos indujeran a una buena muchacha de Cornualles a tocar música tradicional para ganarse la vida..., por no mencionar sus vagabundeos con la sola compañía de un violín y una gaita escocesa.
El país pequeño
Charles de Lint
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