jueves, julio 19, 2007

Cómo acabar de una vez por todas con la cultura [Para acabar de una vez por todas con la cultura] (Woody Allen)

Escribir para el teatro: todo drama es un conflicto.
El desarrollo de los personajes es también muy importante. Asimismo lo que dicen. Los estudiantes aprenden que los discursos largos y aburridos no son tan eficaces como los breves y chistosos que parecen cumplir con creces su cometido.
Se investiga la sicología simplificada del público: ¿por qué a menudo una obra de teatro sobre un viejo personaje, llamado Gramps, capaz de inspirar ternura, no es tan interesante en el teatro como contemplar la nuca de otro espectador y tratar de que se dé la vuelta?
Asimismo se investigan aspectos interesantes de la historia de las tablas. Por ejemplo, antes de la invención de la bastardilla, con frecuencia se confundían las direcciones de escena con el diálogo y a menudo grandes actores se encontraban diciendo: «John se pone de pie, cruza hacia la izquierda». Naturalmente, esto causaba grandes desconciertos y, en algunas ocasiones, una mala crítica. El fenómeno se analiza en detalle a fin de que los estudiantes no cometan estos errores.
Texto obligado: de A. F. Shulte, Shakespeare: ¿fue él cuatro mujeres?

Boletín de cursos de primavera, extraído de Para acabar de una vez por todas con la cultura
Woody Allen

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