Tengo la habitación llena de aire, amor mío, de un extrañísimo aire de color morado que me anima a no pensar, que me induce a pasarme todo el día tumbada encima de la cama, esperándote.
La noche me la pasé de claro en claro, amor mío, sin pegar ojo. Este sitio es limpio, raro y frío, no frío de temperatura sino frío de color.
(Mis mejores amigas, amor mío, a pesar de su promesa, no han venido a verme. Quizá no hayan podido hacerlo- a lo mejor se les ha muerto el marido, de repente, a todas.)
Tengo la habitación llena de aire, amor mío. A mí me parece que en esta habitación hay demasiado aire, amor mío, aire a presión, como en los neumáticos, aire para poder respirar durante toda una larga vida.
Mrs. Caldwell habla con su hijo
Camilo José Cela
La noche me la pasé de claro en claro, amor mío, sin pegar ojo. Este sitio es limpio, raro y frío, no frío de temperatura sino frío de color.
(Mis mejores amigas, amor mío, a pesar de su promesa, no han venido a verme. Quizá no hayan podido hacerlo- a lo mejor se les ha muerto el marido, de repente, a todas.)
Tengo la habitación llena de aire, amor mío. A mí me parece que en esta habitación hay demasiado aire, amor mío, aire a presión, como en los neumáticos, aire para poder respirar durante toda una larga vida.
Mrs. Caldwell habla con su hijo
Camilo José Cela
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