El mar, 360° de horizonte de color tornadizo, es el más bello paisaje del mundo. No es evasión, sino escuela de libertad. El reto del viento, de las corrientes y las olas: agua y aire (la tierra y el fuego son los más peligrosos para el marinero). Los más sencillos, los más naturales. Los cuatro elementos Desafíos elegidos, deseados y si es posible dominados. El máximo de obstáculos con el máximo de responsabilidad. También la soledad, pues frente al destino, como en el más profundo dolor, todo ser está solo. ¿El riesgo? La vida es un riesgo. Yo amo la vida. Cada vez que uno se echa a la mar, entra en la noche. Se abandona el puerto, la ciudad, los hombres, el calor, la luz, aunque se abandonen los faros del paso a pleno mediodía. Cuando llega la noche, hay que atravesar una segunda noche. Y si se está solo al timón, la soledad es una tercera noche.
El Atlántico es mi desierto
El Atlántico es mi desierto
Jean-Françoise Deniau
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