La máquina solar se subroga en lugar del vegetal y del animal, y hace en un minuto lo que éstos no harían sino al cabo de años. La onda luminosa se convierte directamente en onda calorífica, durante el día; la onda calorífica vuelve a ser luz durante la noche; se almacena luz gratuita, se recogen pedazos de sol, mientras está sobre el horizonte, para no echarlo de menos cuando se ha puesto. Ya no hay que dar aquel largo rodeo desde el sol al vegetal, desde el vegetal al estrato hullero, desde la galería de la mina hasta el gasómetro o el generador de vapor, ora para producir luz, ora calor, ora fuerza. El árbol se emancipó con la hulla, dejando de ser negro carbón para convertirse en blanca hoja de carta y de periódico; la hulla, a su vez, se emancipa ahora con el sol, dejando de ser tosco combustible para transformarse en ese iris esplendoroso que forman los colores de anilina. Así progresa la materia. Y así progresa también el trabajo.
Política hidráulica
Joaquín Costa
Política hidráulica
Joaquín Costa
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