Durante mucho tiempo una anomalía estadística ha intrigado a los demógrafos. “Faltan ellas”. ¿Faltan ellas? Faltan las mujeres, sí, en la India, en Pakistán, en Bangladesh, en China… Faltan, en las estadísticas, en una cantidad que asciende a varias decenas de millones. La proporción entre hombres y mujeres, dicen los especialistas, no tiene sentido. ¿Se oculta a las mujeres, a las niñas? ¿Se tiene miedo de hacer el cálculo exacto de las que faltan en los países donde la natalidad es controlada?
[…]
No, ninguna de estas explicaciones, tan plausibles, era la verdadera. La realidad es mucho más sencilla, y los investigadores se han tenido que rendir a la evidencia. “Faltan ellas” porque están muertas.
Evidentemente, ante un panorama así hay pocas razones para ser optimista. Las niñas están a menudo convencidas de la legitimidad de esa discriminación de la que son las primeras víctimas, y a su vez trasmiten dicha convicción. El círculo se cerrará: la discriminación se perpetuará sin esfuerzo, y las niñas no tendrán nada que decir cuando se conviertan en mujeres.
A no ser que… a no ser que la escuela, los libros, la transmisión de otra manera de ser y de pensar vengan a perturbar, a molestar, a derribar esta montaña de injusticias.
Desde la infancia
Claire Brisset
Extraído de El Libro Negro de la Condición de Mujer
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No, ninguna de estas explicaciones, tan plausibles, era la verdadera. La realidad es mucho más sencilla, y los investigadores se han tenido que rendir a la evidencia. “Faltan ellas” porque están muertas.
Evidentemente, ante un panorama así hay pocas razones para ser optimista. Las niñas están a menudo convencidas de la legitimidad de esa discriminación de la que son las primeras víctimas, y a su vez trasmiten dicha convicción. El círculo se cerrará: la discriminación se perpetuará sin esfuerzo, y las niñas no tendrán nada que decir cuando se conviertan en mujeres.
A no ser que… a no ser que la escuela, los libros, la transmisión de otra manera de ser y de pensar vengan a perturbar, a molestar, a derribar esta montaña de injusticias.
Desde la infancia
Claire Brisset
Extraído de El Libro Negro de la Condición de Mujer
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