He de proponerle la más original de todas las ciudades: la Ciudad Camposanto. Ésta constituiría una práctica y sugestiva armonía entre la vida y la muerte. Las tumbas deberían ser espaciosas y aireadas con objeto de pudiesen albergar juntos a los vivos y a los difuntos. Las capillas de la nobleza podrían ser transformadas oportunamente en salas para banquetes en común y una parte del horno crematorio podría ser destinado a cocina colectiva. Cada familia podría tener con ella a sus muertos, encajonados en los nichos de las paredes, y de este modo se haría más agradable el culto a los difuntos... He pensado también que se podría construir en el centro, para Palacio del Ayuntamiento, un esqueleto gigantesco de mármol amarillo. En la columna vertebral colocaría la escalera, y el cráneo, enorme, serviría de sala: ¡imagínese a los concejales asomándose por las cuencas vacías, que servirían de ventanas, y al alcalde que se presenta, para hablar a la multitud, asomándose por encima de los dientes convertidos en barandilla!
Novísimas Ciudades, extraído de Gog
Giovanni Papini
Novísimas Ciudades, extraído de Gog
Giovanni Papini
2 comentarios:
Soy un gran admirador de G. Papini
Soy un asmirador casi adorador de G. Papini
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