A fines de los años ‘60, los Beatles editaron Sargeant Pepper’s Lonely Hearts Club Band, uno de los discos clave de la cultura rock y la psicodelia, e instauraron la tradición de los “álbumes conceptuales”, en los que una idea central atravesaba y unía las diferentes canciones. Además de un mero rejunte de temas, un disco pop podía ser también una obra cerrada y coherente. Para subrayar este “concepto organizador”, el arte de tapa era fundamental; de allí que los propios músicos intervinieran usualmente en su diseño y realización. En el caso de Sargeant Pepper, fue el propio Paul McCartney quien tuvo la idea de cubierta: los cuatro Beatles retratados entre grandes fotografías de sus ídolos y héroes de adolescencia.
McCartney estableció una primera lista con los nombres de William Burroughs, H. G. Wells, Karl Marx, Fred Astaire y Carl Jung, entre otros. Luego les pidió a sus compañeros de grupo que aportasen otros candidatos. La lista más controvertida fue la de John Lennon: Adolf Hitler (finalmente removido), Lenny Bruce, Dylan Thomas, Oscar Wilde, Friedrich Nietzsche, el Marqués de Sade... y un tal Aleister Crowley, un autodenominado poeta y mago negro que se ganó de este modo un apretado lugar al lado de uno de los tantos gurúes indios sugeridos por George Harrison.
Una Bestia llamada Aleister Crowley
Eduardo Berti
McCartney estableció una primera lista con los nombres de William Burroughs, H. G. Wells, Karl Marx, Fred Astaire y Carl Jung, entre otros. Luego les pidió a sus compañeros de grupo que aportasen otros candidatos. La lista más controvertida fue la de John Lennon: Adolf Hitler (finalmente removido), Lenny Bruce, Dylan Thomas, Oscar Wilde, Friedrich Nietzsche, el Marqués de Sade... y un tal Aleister Crowley, un autodenominado poeta y mago negro que se ganó de este modo un apretado lugar al lado de uno de los tantos gurúes indios sugeridos por George Harrison.
Una Bestia llamada Aleister Crowley
Eduardo Berti
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