El hombre no lo puede todo. Y aquí, la naturaleza nos lo recuerda muchas veces. Cuanto más la atacamos, más se defiende. Es triste, porque al final quizá gane el hombre. Pero el día que lo haga y mate la belleza, el hombre loco se habrá matado a sí mismo. Y querrá entonces devolver a la vida aquello que mató. Pero como un dios destructivo no podrá hacerlo. Y la última venganza de la naturaleza será arrastrar al hombre en su agonía. Y será el fin del mundo. De este mundo. Porque la vida renacerá, esta vez sin el error humano.
Pura Vida
José María Mendiluce
Pura Vida
José María Mendiluce
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